“Que hayan abierto un proceso penal contra algunos de nosotros y le hayan dado una magnitud de 42 años de cárcel, era inimaginable para el común de la gente”


“Vivimos una realidad política impostada, de salir en la foto y controlar el tratamiento mediático”


“La prioridad son esos 150.000 paisanos que están en situación  de pobreza y exclusión social”

Hace unos meses, en febrero de este año, nos vimos sorprendidos por la publicación del auto del juez Luis Enrique García Delgado, magistrado del juzgado de instrucción nº 4 de Santander, por el que se imputa a nueve jóvenes cántabros por delitos desórdenes públicos, coacciones, daños, injurias y amenazas. Los hechos sucedieron hace algo más de un año con motivo de la intervención del presidente autonómico, Ignacio Diego, en el foro “Tengo una pregunta para usted”. A pesar de que el acto se había anunciado como público, la seguridad privada de la Universidad impidió el acceso arbitrariamente a las personas que no eran afines al ponente, que protestaron por ello a su conclusión, recibiendo agresiones de uno de los escoltas del presidente cuando ya se había marchado éste. Uno de los imputados es Diegu San Gabriel, miembro del STEC (sindicato mayoritario en la Educación Pública de Cantabria) y del grupo de coordinación de ‘Cantabria No Se Vende’.

La seguridad privada veta el acceso de algunos estudiantes al foro universitario

EQUO. El juez pide en su auto 42 años de cárcel para los nueve imputados, con penas muy graves, que en alguno de los casos podría suponer hasta 12 años de cárcel… ¿no se le ha ido a alguien la pinza?  
DIEGU. Es simplemente demencial. Nosotros aquel día nos fuimos para nuestras casas cabreados porque se nos había coartado el libre acceso a un acto público de forma totalmente arbitraria y sesgada, y para colmo un guardaespaldas de Ignacio Diego (que luego ha resultado ser Policía Nacional) había agredido a dos chavales de forma totalmente gratuita. Que encima hayan abierto un proceso penal contra algunos de nosotros y le hayan dado una magnitud de 42 años de cárcel, era inimaginable para el común de la gente incluso en un contexto de recorte de libertades y cierre represivo del Régimen.
EQUO. Hemos visto en los titulares de prensa que se utiliza la expresión “escrache al presidente Diego”, ¿se trató verdaderamente de un escrache?
DIEGU. Ya sabéis que algunos medios emplean en ocasiones términos más morbosos que rigurosos. Aunque Estudiantes en Defensa de la Universidad Pública (EDUP) lo utilizara en aquel momento, en rigor un escrache es una protesta en el domicilio o lugar de trabajo de alguien para presionarle o denunciar públicamente su impunidad, y aunque parece que así lo considerara Ignacio Diego, la Universidad de Cantabria no es su casa. De cualquier forma, existe jurisprudencia internacional y estatal que considera los escraches formas de protesta perfectamente legítimas, siempre y cuando se desarrollen de forma pacífica, como fue este caso.

EQUO. Es posible que se haya percibido por parte de la opinión pública que algunas personas que os presentasteis en la universidad ibais con clara intención de reventar el acto, en palabras del presidente Diego “de estropear el acto”, algo que justificaría el impediros la entrada al salón de actos.
DIEGU. Fuera del acto acabamos medio centenar de personas, el doble de las que había dentro, con intenciones diversas, pero todas ellas legítimas, desde quienes querían plantear preguntas incómodas, hasta quienes pretendían mostrar que el Presidente del Gobierno que ha acogido una universidad privada en Cantabria mientras recorta en la pública, no es bienvenido.
Si se observan las imágenes de nuestra llegada al acto, lejos de lo que algunas personalidades han declarado, se observa una actitud absolutamente pacífica y tranquila, por lo que estamos hablando de un veto “preventivo” (utilizando la terminología de George Bush) de carácter ideológico.
Tampoco ésta era la primera protesta por una visita “indeseada” en la Universidad. Unos años antes vino Fraga y le recordamos su papel en las sentencias de muerte del Régimen franquista, y unos días después vino Revilla y le recordamos su papel al frente del anterior Gobierno. En aquellos casos, como es lógico, se permitió entrar sin discriminar a nadie y no pasó nada. El problema lo generó que coartaran nuestra libertad para acceder y expresarnos.
EQUO. Habéis declarado que en el salón de actos había muchas butacas vacías, y que los asistentes eran personas próximas al PP. No parece que este sea el formato que invite a pensar que el presidente debate con los universitarios de Cantabria de forma abierta y transparente. 
DIEGU. Vivimos una realidad política impostada, de salir en la foto y controlar el tratamiento mediático. De no ser por la protesta, al día siguiente los mass media habrían transmitido una foto del Presidente entre jóvenes, con gesto dialogante, datos tergiversados para ocultar los recortes y un halo de transparencia. Pero la realidad es que cualquier persona sospechosa de incómoda fue vetada de acceder al acto, hasta el punto de que hubo miembros del Consejo de Estudiantes (CEUC, ente organizador del acto) que por no comulgar con la línea dominante se quedaron fuera igualmente.
EQUO. Tampoco se entiende que el “númerus clausus” del acto fuera aplicado por parte de la seguridad de la universidad ¿Quién pudo dar la orden para impedir vuestra entrada al acto?
DIEGU. Los distintos responsables han ido echando balones fuera acerca de tan antidemocrática medida, hasta acabar recayendo en el Vicerrector. Nosotros sólo podemos decir al respecto que aquel día había un montón de señores de uniforme obedeciendo órdenes del infaustamente conocido Presidente del CEUC, a quién llegaron a preguntar explícitamente “Carlos, ¿a éstos les conoces? ¿Los dejamos pasar?”. Por esta actitud, gravísima, más propia de un pub nocturno que de la Universidad pública de Cantabria, aún no ha respondido nadie. 
EQUO. Imaginemos que el acto se desarrolla con normalidad ¿Qué preguntas te hubiera gustado hacerle al  presidente Diego?
DIEGU. Ahora le preguntaría por qué lo suyo prescribe y lo nuestro se reescribe en oscuros despachos. Por qué la Justicia no es justa.
Por aquel entonces, suponiendo que no faltarían preguntas sobre los recortes en Educación, la amenaza del fracking o la corrupción en que se ha visto implicado, tenía previsto preguntarle por el informe del Aula de Patrimonio de la Universidad de Cantabria, que advierte de la ausencia de contenidos relacionados con el patrimonio cántabro en los planes educativos de la enseñanza Secundaria y el Bachillerato, y de que el futuro para el patrimonio autóctono es malo «si no formamos y sensibilizamos a los jóvenes», porque «cuando algo no se conoce, no hay sensibilidad y no se valora». Por ejemplo, en Cantabria tenemos la modalidad lingüística más desprotegida de la Península Ibérica, catalogada por la UNESCO en “grave peligro de desaparición”, y los sucesivos gobiernos autonómicos parecen encantados de la vida.
EQUO. Volvamos al asunto de las imputaciones ¿Estás preocupado?
DIEGU. Es algo que tenemos que aprender a conllevar, porque la primera intención de este tipo de estrategias represivas es angustiar a quienes las sufrimos. Pero aunque tengas la conciencia muy tranquila y la cabeza muy alta, no es fácil, porque ves a tu familia y a la gente que te quiere preocuparse… ¡es que estamos hablando de hasta 12 años de cárcel! Quienes te conocen o conocen un poco cómo funciona el Estado en estas cuestiones saben de tu inocencia, pero ver tu nombre (y hasta tu DNI) publicados en relación con esos hechos es complicado; como complicado se hace confiar en su Justicia, viendo la indefensión que supone que las mentiras descaradas de los policías tengan jurídicamente “presunción de veracidad”. Han llegado incluso a falsear facturas por daños graves en unos coches oficiales que ni siquiera llegué a tocar. Por ejemplo dicen que arrancamos los anagramas, cuando en el vídeo se observa alejarse a los coches sin mácula y con ellos en su sitio. Ahí, como en las declaraciones del Jefe de Gabinete del Presidente afirmando haber indicado al conductor “arranca, que nos matan”, observas una intención de montaje y persecución que da miedo, la verdad.
EQUO. ¿En qué momento nos encontramos procesalmente hablando?
DIEGU. El Juez acaba de amenazarnos con multar si, después de haber rechazado el testimonio de tres periodistas que solicitábamos, seguimos pidiendo que se recaben pruebas. Es un hecho que el propio Diario Montañés ha calificado de “insólito”.
EQUO. El día 17 de febrero se produce un acto de solidaridad en la misma universidad en el que presentáis la campaña #PreguntarNoEsDelito
DIEGU. Sí, justo en el aniversario del acto y poco después de conocerse el auto del juez convocamos una rueda de prensa para dar a conocer nuestra versión, y tuvimos un apoyo impresionante, que nos llenó de fuerzas para enfrentar todo esto.
EQUO. ¿Cómo va la campaña de autoinculpaciones?
DIEGU. Se trata de una campaña simbólica, como nosotros estamos imputados por querer preguntar, hemos animado a la sociedad a fotografiarse con una pregunta para Nacho Diego, para representar que cualquiera podría estar en nuestra situación y que con estos abusos no nos van a callar, sino al contrario. Podéis verlas en http://preguntarnoesdelito.blogspot.com.es/p/autoinculpaciones.html
EQUO. ¿Habéis recibido muestras de solidaridad de algún partido político?
DIEGU. Así es, prácticamente de todos los demás, y de un montón de colectivos de dentro y fuera de Cantabria, así que no voy a citarlos porque no quiero dejarme a nadie.
EQUO. ¿Os ha llegado algún mensaje de Ignacio Diego o del PP en Cantabria?
DIEGU. Directamente no. En los medios primero quisieron quedar bien haciendo ver que habían solicitado que se nos permitiera acceder al acto y que no formaban parte de la acusación, pero esto no es cierto: el Gobierno autonómico ha actuado como acusación formalmente hasta el reciente 11 de febrero, y sólo se ha retirado delegando en la Fiscalía. Además, Ignacio Diego, ha declarado recientemente que le impedimos “ejercer democracia” y que no somos “verdaderos estudiantes”. El mundo al revés, porque es a nosotros a quienes no se permitió ejercer el derecho a la libertad de reunión y expresión: no nos dejaban acceder ni presentando la Tarjeta Universitaria, mientras pasaban señoras con abrigo de piel de dudoso perfil universitario.
Diegu San Gabriel es muy conocido en Cantabria por su labor de aunar los movimientos sociales cántabros, motivo por el que participa en Cantabria No Se Vende, con el objeto de coordinar alternativas en pro de la defensa de los derechos sociales, medioambientales y de la cultura, “movimiento de movimientos” que aglutina ya a más de cincuenta colectivos.
EQUO. ¿Cuál es la salud ahora mismo de CNSV?
DIEGU. En CNSV participan CastroVerde, ACPT, Equo, Conceju-CNC o Podemos Santoña, pero sobre todo colectivos vecinales, culturales, estudiantiles, sindicales, ecologistas… La labor de CNSV es más de base, de tejer redes, hacer pueblo, generar conciencia crítica, espacios de ocio popular… elaborar ese caldo de cultivo del que después también podrán surgir alternativas electorales independientes de los poderes económicos o mediáticos.
En las instituciones se toman decisiones que marcan nuestras vidas, es importantísimo ganarlas para el pueblo, pero todo el juego electoral está montado para que no haya igualdad de oportunidades y así perpetuar a los caciques, por eso siempre pierden las opciones honestas. Sin embargo, la crisis de Régimen que vivimos y el apoyo de algunos poderes mediáticos había abierto una ventana de oportunidad de cara a construir políticamente nuevas mayorías para el cambio…
EQUO. A diferencia de lo que puede acontecer en alguna comunidad autónoma, la unión de la izquierda alternativa y verde en Cantabria para las elecciones al Parlamento ha sido un fracaso. La izquierda, como siempre dividida, la derecha unida.
DIEGU. Es que la unidad no es algo que deba buscarse con prisas, a unos días para las elecciones, en reuniones de despacho. Debe construirse día a día, a través de espacios de información y debate, de tejer redes de apoyo mutuo, de generar confianza y confluir en las movilizaciones a pie de calle. Esa es la verdadera y duradera unidad.
EQUO. La sensación es que afloran las relaciones de poder de los grupos políticos y prevalecen sobre los deseos de la gente. Así es muy difícil cambiar nada.
DIEGU. Yo tenía claro que el proceso de confluencia debía dar el protagonismo a la gente, entre otras cosas porque priorizan el bien común a intereses partidistas. Las distintas identidades políticas que quisieran participar debían consensuar unos mínimos de funcionamiento y, cada una como considerara conveniente, convocar a una misma asamblea. A partir de ahí, comenzar un proceso de empoderamiento popular que construyera una herramienta colectiva que el pueblo cántabro sintiera como propia, para asaltar las instituciones y ponerlas al servicio de la mayoría.
Al final, lo más ilusionante son unos pocos proyectos vecinales, construídos poco a poco y desde abajo, de ámbito municipal, como por ejemplo CastroVerde. Ojalá un partido que ha suscrito los principios de CNSV pueda gobernar la tercera ciudad de Cantabria.
(¡Y se cumplieron los deseos de Diegu y CastroVerde ganó las elecciones en Castro Urdiales)

EQUO. Para terminar, y de forma muy resumida, casi lapidaria ¿Cuáles crees que deben ser las prioridades de un próximo gobierno si se consigue el cambio en Cantabria?
DIEGU. La prioridad son esos 150.000 paisanos que están en situación  de pobreza y exclusión social, sin vivienda o en riesgo de perderla, pasando hambre y frío. Estamos hablando de uno de cada cuatro cántabr@s, algo absolutamente intolerable e incompatible con una sociedad que se pretenda democrática y justa.
Es que lo han hecho todo mal, no sólo por incapacidad, sino sobre todo porque entre sus prioridades está el lucro de una minoría privilegiada y no la calidad de vida de la gente. Por eso hay que transformar el actual modelo de participación política, el modelo económico y productivo, la situación de la mujer, la relación con el medio ambiente, la aculturación, el desmantelamiento de los servicios públicos… revertir los recortes que estamos sufriendo en derechos sociales y laborales, en libertades, en el autogobierno… En definitiva, reconstruir una Cantabria digna desde los cimientos. Va a seguir siendo siendo necesaria la organización social y el trabajo a pie de calle.

(Esta entrevista fue realizada antes de las elecciones del 24 de mayo, por lo que algunas de las respuestas de Diego hay que contextualizarlas a ese momento)